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¿Alguna vez has deseado con tener un trabajo ideal?

Por lo general, cuando pensamos en buscar un nuevo trabajo, nos vamos a buscar al mercado laboral ese trabajo.


Analizamos las ofertas de trabajo en el mercado. Mandamos aplicaciones, solicitudes, cartas de recomendación.


Y, por lo general, buscamos adecuar nuestro perfil a los requisitos que piden.


Más aún, adaptamos nuestro CV al lenguaje de la descripción de puesto al que estamos postulando.


Buscar un trabajo, en cierta medida, implica adecuarse a lo que la compañía está buscando.


A veces, inclusive puede conllevar despersonalizarnos, en busca de hacer el match con ese trabajo.


Pero pocas veces, cuando estamos buscando un trabajo, actuamos al revés.

Es decir, pocas veces, nos preguntamos: ¿Cuál es mi trabajo ideal?



Cuando nos hacemos una pregunta como ésta, no estamos apelando a la parte del cerebro neocórtex de nuestro cerebro, de donde surge el raciocinio y el pensamiento lógico racional.


Cuando nos hacemos una pregunta como ésta, estamos apelando a la parte de nuestro cerebro que es el sistema límbico, de donde emanan emociones como la inspiración y la esperanza.


¿Cuál es mi trabajo ideal? Es una pregunta aspiracional, no objetiva.

El raciocinio nos ayuda a evaluar opciones, medir riesgos, analizar costos de situaciones ya existentes.


Pero la inspiración nos eleva por encima de las realidades existentes y nos posiciona en un lugar donde podemos imaginar nuevas posibilidades y caminos que antes no habíamos considerado posibles.


La inspiración y la esperanza siempre nos llevan a aspirar algo mejor, inclusive de lo que, en primera instancia, considerábamos plausible.


Si nos dejamos llevar por la inspiración y la esperanza, tal vez nos encontremos con opciones refrescantes para nuestra carrera profesional en las que aún no habíamos profundizado.


En la medida en que somos capaces de conectar con ese tipo de emociones, logramos tener mayor claridad sobre el tipo de carrera profesional que es satisfactoria y prometedora para nosotros mismos.



Pon en práctica este SENCILLO EJERCICIO de 2 minutos para comenzar a conocer cuál es tu trabajo ideal

1. Pregúntate: ¿cuál es mi trabajo ideal?


2. Deja que lleguen a tu mente imágenes de tu trabajo ideal.


3. Pueden ser situaciones diversas, con personas diferentes, en lugares nuevos, inclusive fuera de un entorno laboral convencional.


4. Toma papel o lápiz. Escribe notas en tu celular. O graba mensajes de voz con tus ideas.


5. Repite este ejercicio cuando tengas tiempos muertos (haciéndote un café, en el trayecto a casa, en un mini-break entre dos reuniones, en tu pausa de medio día…)


Conforme más reflexiones respecto a tu trabajo ideal, mayor ñ<claridad tendrás para identificar cuál es el siguiente paso en esa dirección.


Porque el destino es el punto de inicio de todo, toma una pausa para identificar cuál es tu siguiente destino.




Por amor a tus talentos y a tu trabajo ideal.

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